Trazos Efímeros

Ante la sensación de inquietud que nos generan los insectos, tendemos a eliminarlos, a ejercer un control sobre ellos. En nuestro afán de dominar nuestro entorno, matamos a aquellos que consideramos feos, peligrosos o simplemente molestos, sin embargo, hay algunos que consideramos hermosos y valiosos, a estos los preservamos, los admiramos y los protegemos.

La constante necesidad de ejercer control sobre el mundo que nos rodea, nos lleva a preservar y valorar algunas cosas y otras no, y así, nos distanciamos de la insignificancia de nuestras vidas y reafirmamos nuestra posición privilegiada como seres humanos.

Pero, a pesar de nuestra creencia y nuestro intento de controlar el tiempo y la naturaleza, somos tan fugaces y efímeros como un insecto.